Por Jessica David para la Revista de Invierno 2020 de la Fundación Rhode Island.  

"Oh, este es mi día de suerte", pensó Ana Jiménez. Ana, su marido Freddy y sus tres hijos vivían en un pequeño apartamento de dos dormitorios cuando, a principios de 2018, vio a unos hombres rehabilitando una casa bifamiliar en su barrio de Olneyville.

"Le pregunté al tipo que estaba arreglando la casa si iban a alquilarla", recuerda Ana.

La dirigió a ONE Neighborhood Builders (ONE|NB), una organización de desarrollo comunitario sin ánimo de lucro que trabaja para revitalizar los barrios de Providence. Ana se puso en contacto con ellos y conoció su programa P3 (Protecting Providence Properties). A través de este programa, ONE|NB había comprado seis viviendas, las había rehabilitado y las había alquilado a familias con ingresos moderados como la de Ana.

El programa P3 de ONE|NB es un ejemplo del tipo de inversiones de impacto que la Fundación realiza en Rhode Island: préstamos e inversiones de capital que generan un impacto social mensurable y un rendimiento financiero. En este caso, la Fundación concedió un préstamo de $806.000 a 7 años a ONE|NB para permitirle crear el programa P3.

"Nos preguntamos cómo proteger las viviendas asequibles que se producen de forma natural", explica Jennifer Hawkins, directora ejecutiva de ONE|NB. Esto les llevó a comprar, rehabilitar y alquilar las viviendas a los que ella denomina "el medio perdido": familias que ganan demasiado como para acceder a una vivienda de renta restringida, pero que no pueden permitirse alquilar un apartamento típico a precio de mercado. Jennifer señala también que "proteger las viviendas asequibles es crucial" porque el coste de comprar y rehabilitar una vivienda existente es sustancialmente menor que el de construir una nueva.

El objetivo de ONE|NB es que las familias que arriendan las unidades ahorren dinero y mejoren su crédito, para luego, en última instancia, comprar esta (u otra) vivienda.

Eso es exactamente lo que Ana y su familia esperan hacer. "Estamos hablando de comprar la casa en la que estamos ahora. Tiene dos apartamentos y, con los ingresos del alquiler, podríamos pagar la hipoteca. No quiero seguir mudándome. Desde que me mudé aquí, he vivido en muchos sitios", dice Ana. Llegó a Rhode Island a los 12 años procedente de su Guatemala natal y se graduó en el Central Falls High School. Tanto ella como su marido trabajan a jornada completa.

Cuando se le pregunta por ONE|NB, Ana delira: "No hay otro sitio que te consiga un piso tan bueno. Me encantan y tratar con ellos". Jennifer comparte: "La inversión de la Fundación ha
sido increíblemente impactante y estamos ansiosos por ampliar este programa a comunidades fuera de Providence". Y hay, sin duda, otras familias como la de los Jiménez, que -si pudieran encontrar un hogar a través del programa P3 de ONE|NB- también lo considerarían su día de suerte.