Por la senadora Meghan Kallman y la diputada June Speakman
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Diario Providence
La senadora Meghan Kallman y la diputada June Speakman
La senadora Meghan Kallman, demócrata de Pawtucket, y la diputada June Speakman, demócrata de Warren, fueron las promotoras de la legislación destinada a establecer una corriente de financiación específica para viviendas asequibles en Rhode Island.
Rhode Island se enfrenta a una emergencia en materia de vivienda. Desde hace años. Y ahora tenemos una oportunidad extraordinaria para hacerle frente. Con $1,1 mil millones en fondos federales de estímulo disponibles para Rhode Island para invertir en soluciones catalizadoras, nos unimos a los defensores locales de la vivienda para pedir la inversión de $500 millones de fondos de la Ley del Plan de Rescate Americano para ayudar a desarrollar la vivienda que necesitamos.
Los datos nacionales muestran que en Rhode Island faltan casi 22.000 viviendas para inquilinos con bajos ingresos. Sólo tres de nuestras 39 ciudades y pueblos tienen alquileres que un trabajador con salario mínimo puede permitirse - si trabajan 80 horas a la semana. Comprar una casa también está fuera de nuestro alcance. Según la Asociación de Agentes Inmobiliarios de Rhode Island, el precio medio de venta de una vivienda unifamiliar alcanzó recientemente un nuevo máximo de $390.000, es decir, un 17,1% más que hace un año.
Las ayudas federales de emergencia al alquiler han proporcionado una red de seguridad a muchos inquilinos vulnerables al desahucio. Sin embargo, la ayuda al alquiler está diseñada principalmente para ayudar a los que ya tienen casa. Y simplemente no hay suficientes unidades. Como informó The Providence Journal el 26 de septiembre ("Locked Out", Noticias), Rhode Island se encuentra cerca de los últimos puestos a nivel nacional en cuanto a nuevas unidades de vivienda per cápita permitidas cada año desde 2004 hasta 2020. Con un desarrollo escaso y una tasa de ocupación de alquiler de casi 100%, los habitantes de Rhode Island que se ven desplazados de sus viviendas a menudo no tienen adónde ir.
